Agricultura y Ciencia

Hace aproximadamente 300,000 años emergió la especie más inteligente del universo conocido, el Homo sapiens L. En posición erguida inició su desplazamiento por las amplias áreas de África y su enorme curiosidad aventurera lo llevó a colonizar todos los continentes. Cada día salía a recolectar las partes de las plantas silvestres que le eran de utilidad, a cazar y evitar ser cazado. La vida era complicada debido a sus evidentes deficiencias físicas que lo ponían en desventaja con el resto de las especies animales. Se apoyó en su única fortaleza, el cerebro. Aprendió a organizarse para ser más eficiente en obtener los recursos necesarios para subsistir. Se estima que hace 10,000 años el H. sapiens hizo algo que marcó el inicio de su dominación sobre el resto de las especies, inventaron la agricultura. La producción de alimentos abrió paso a los asentamientos humanos, nació el ecosistema urbano. El desarrollo de las tecnologías agronómicas y el mejoramiento tanto de plantas como de animales liberó a la mayoría de las personas de la necesidad de estar ligados a la producción de alimentos para asegurar la supervivencia. Por primera vez se presentó la oportunidad de catapultar la potencialidad biológica del cerebro humano. Las artes florecieron. Los desarrollos en ciencia y tecnología han dado frutos que ni la fantasía podría haber imaginado. Nuestra esperanza de vida casi se triplicó y se generaron los recursos suficientes para incrementar nuestra densidad poblacional en franca violación de las restricciones que Natura impone. Sin embargo, la impresionante capacidad de innovar y usar el conocimiento nuevo para nuestro beneficio está cobrando una factura muy cara, una factura que quizá no podamos pagar. Hemos contaminado el agua, suelo y aire. Las emisiones de gases efecto invernadero están sobrecalentando el planeta y amenazando la producción de alimentos. El incremento de la temperatura es ahora una sombra que amenaza no solo nuestro bienestar, sino también la propia existencia. Cuatro de las cinco extinciones masivas que han ocurrido se debieron al clima. La quinta extinción, misma que acabó con el reinado que los dinosaurios tuvieron por más de 137 millones de años, se inició con el impacto de un meteorito. Este hecho alteró el clima y en consecuencia se extinguieron 70% de las especies. Por sexta ocasión, el clima entra en escena y se perfila como el enemigo número uno de la humanidad. Es urgente que la sabiduría se posicione por encima de la inteligencia. El mundo tiene la obligación de valorar, hoy más que nunca, la producción sustentable de alimentos. Las universidades deben someter a reingeniería la formación de recursos humanos para que, con imaginación y creatividad, contribuyan a cambiar una realidad adversa.